Hoy se despide de la Empresa nuestro compañero Miguel García.
Miguel fue uno de los impulsores, en aquel difícil 2012, de la creación del Comité de Empresa que hoy tenemos.
Desde este Comité queremos agradecerle su trabajo, empeño y aportación y desearle lo mejor en su nueva vida.
Mucha suerte, MIGUEL.
Para los que no recibisteis os adjuntamos un fragmento de su despedida...
Para los que no recibisteis os adjuntamos un fragmento de su despedida...
Buenos tardes, tal y como dice la canción MIEDO de MCLAN:
Para empezar
Diré que es el final
No es un final feliz
Tan solo es un final
Pero parece ser que ya no hay vuelta atrás
Diré que es el final
No es un final feliz
Tan solo es un final
Pero parece ser que ya no hay vuelta atrás
Queridos compañeros, queridas compañeras, y, no menos queridos,
compañeros-camaradas-jefes del equipo directivo:
Pese a las presiones de Sánchez, Casado, Iglesias, Abascal, y de otros
tantos personajes influyentes como, por ejemplo, Mariano, el administrador de
fincas de mi ciudad, voy a dejaros sin remisión. Que lo sepáis.
Lo siento, no insistáis, por favor, sé que vais a recordarme cada día y que
seré un referente cotidiano para cada uno de vosotros. Me hago cargo de vuestro
dolor, sé que os vais a separar de mí como la uña de la carne, es más, sé que
este centro, sin mi presencia, quedará para siempre mutilado. Soy consciente.
Así que, por favor, que nadie haga ninguna locura ante mi ausencia. Aceptadlo.
Sed fuertes. Yo sé que podéis.
Algunos me diréis:
- No, Miguel, no lo dejes,
por favor, no lo hagas, ¡no, no! Eres un gran profesional. No tires por la
borda tu carrera cuando estás en lo mejor de tu vida. Ahora que, por fin, te
habías enterado de lo que es el excel y hasta te defendías con el word.
¡Miguel, por Dios, no seas loco!
Pero yo tendré que pediros calma y contestaros con esa entereza del que
sabe vencerse a sí mismo:
- Efectivamente, amigos,
será un gran sacrificio para mí, especialmente ahora que ya me iba enterando de
lo que va esto de la construcción, pero: así es la vida. No creáis que no
echaré de menos esas jornadas en las que llegaba al centro entre ovaciones,
entre aplausos, abriéndome paso entre la muchedumbre de la oficina que me
aclamaba diciendo:”¡Torero, torero, torero!”, los unos, y, las otras:”¡Guapo,
guapo y guapo!”
No creáis que olvidaré esas mañanas y esas tardes de gloria. Pero, aun
siendo consciente de que toda una vida dedicada a la construcción, no merece
menos, creo que ha llegado el momento de dejarlo y que sean otros los que
disfruten de esas mieles de las que yo tanto he gozado. Porque no es justo que
un hombre se aferre al privilegio por más que, como en mi caso, lo merezca.
Sigamos el ejemplo de los buenos políticos y retirémonos en el momento de la
gloria.
Así que, amigos, nada me resta por deciros. Yo me marcho a disfrutar de la
vida interior y os dejo tripulando esta nave. ¡Qué os sea leve!
Todo lo que habéis leído ha sido producto de vuestra imaginación……………
La conclusión es clara y contundente, a partir del viernes
15 de noviembre de 2019 cesaré en la empresa y os echaré de menos.
Un abrazo pero que muy
fuerte………………………
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